Río Experiencias

El broche final del curso ha  sido un emotivo y esperado Cuentacuentos a cargo  Anunciata Vinuesa Pons. En la última semana de clases y durante tres días consecutivos, nuestra amiga Anunciata nos deleitaba contándonos cuentos con su dulce voz y apoyándose en marionetas que ilusionaban y motivaban mucho al alumnado. 

Anunciata Vinuesa Pons es técnica auxiliar de biblioteca del municipio de Motril  y personalmente, tengo el placer de conocerla desde hace muchísimos años ya. Ella me ha acompañado y apoyado en momentos muy importantes de mi vida. Entre otras actividades, este año, hemos realizado conjuntamente un curso de "Cuentos Coeducativos" a través del CEP de Motril, son cursos de formación para el profesorado.

Siempre nos ha recibido con el corazón y los brazos abiertos, cuando llegaba con mi grupo a la biblioteca para realizar alguna de las actividades de lectura. Durante este año tan especial que hemos vivido, no hemos ido a la biblioteca con el alumnado ni ha venido nadie al centro, siguiendo siempre el protocolo COVID -19. 

Ya al final de curso y siempre cumpliendo todas las medidas de seguridad, según nuestro protocolo COVID-19, si que hemos realizado dos actividades presenciales y esta segunda ha sido el Cuentacuentos a cargo de Anunciata Vinuesa Pons. Ambas valoradas muy positivamente por parte del alumnado, de las familias y del profesorado.

Los cuentos que nos ha contado ha sido :" La ovejita que vino a cenar" " Hada  bruja" " Zacarias, el niño que quería coger la luna ", " Las Matriuska" " El gallo kirico" " El cuento debla tortuguita".

Las sesiones estaban debidamente programadas con anterioridad por el Equipo de Infantil. Se reservó un espacio en el patio, al aire libre y  manteniendo la distancia de seguridad, en donde Anunciata recibía a cada grupo de alumn@s y en sesiones de 20´ se realizaba la actividad. 

El primer día de esta actividad, yo bajé con mi grupo al recreo, nos teníamos que ir a  una zona lateral del edificio porque en el porche se estaba haciendo la actividad, pero surgió algo maravilloso y es que comenté a mi alumnado que otros niños y niñas estaban haciendo una actividad de lectura, eran el grupo de la Seño Carmen Hermosilla y entonces quisieron quedarse. 

Nos colocamos sentados en el suelo, siguiendo una de las líneas marcadas, completamente en silencio según mis indicaciones  en la distancia, pudimos también disfrutar de los cuentos. Fue un momento mágico porque no molestamos para nada al grupo que estaba haciendo la actividad y Anunciata subió un poco el volumen, de forma que pudimos disfrutar también de los cuentos. ¡ Cincuenta niños/as escuchando a la vez una lectura! 

Dos días después era el momento de nuestra sesión. Un momento muy emotivo, deseado y esperado, sentir la voz de Anunciata es mágico y ver la mirada de mi alumnado es algo sublime. ¡ Cómo atienden y escuchan las narraciones ! Si es que le gustan las lecturas como a su Seño. Son pequeños grandes lectores ya, porque con actividades como estas de motivación de la lectura, estamos  haciendo grandes lectores/as. En actividades como esta, brindamos  la oportunidad de viajar a otros mundos, la magia de vivir y sentir una historia, amplían su vocabulario,... 

¡ Gracias , gracias, gracias Anunciata ! Eres única y especial. Mi alumnado sabe que somos amigas y tenían muchas ganas de conocerte en persona. Ha sido un placer, terminar el curso con una actividad de lujo como es un cuentacuentos contigo. Insisto: Gracias siempre, Anunciata. 

Tristemente, estos últimos días, hemos oído mucho el nombre de Ángeles Alvariño el barco que trabaja incansablemente en las aguas de Tenerife, buscando a las niñas asesinadas por su padre, un claro ejemplo de violencia vicaria extrema, pero sabemos muy poco sobre la increíble historia de la mujer que le dió nombre a ese buque oceanográfico.

Ángeles un 3 de octubre de 1916 en Serrantes, un pequeño y precioso pueblo costero de Galicia. En 1934 se trasladó a Madrid para estudiar Ciencias Naturales pero, a causa de la Guerra Civil, se cerraron las aulas y volvió a Galicia.

Aprovechó este tiempo para aprender francés e inglés, lo que le resultaría fundamental para su futura carrera en el extranjero. Ángeles pudo continuar sus estudios tras la guerra y se licenció en 1941. Después de algunos años como profesora de instituto se fue a Madrid junto a su marido, que era militar y había sido destinado en el Instituto Español de Oceanografía (IEO), donde ella se incorporó como becaria a los 34 años. Dos años después consiguió una plaza de bióloga en el Centro Oceanográfico de Vigo del IEO y empezó a estudiar el zooplancton.

En 1953 recibió una beca para seguir estudiando estos pequeños organismos en Reino Unido, donde se convirtió en la Primera Mujer Científica en trabajar a bordo de un barco británico de investigación. Tres años más tarde volvió a hacer las maletas para continuar sus investigaciones en EE.UU. bajo la tutela de otra pionera: Mary Sears. Ella fue quien, impresionada con su obra, la recomendó para ocupar un puesto en el Instituto Scripps de Oceanografía, en California, donde permaneció hasta 1970.

Continuó su carrera en otra prestigiosa institución americana, la NOAA, donde estudiaría las larvas de peces en el plancton. Tras su jubilación, en 1987, continuó trabajando como científica emérita y escribiendo y dando a conocer la historia de las ciencias marinas en España.

Gracias a su meticuloso trabajo, Ángeles describió 22 nuevas especies planctónicas para la ciencia. En 2005 falleció y desde 2012 uno de los buques oceanográficos más avanzados de la flota española lleva su nombre.

Texto extraído de facebook de Fátima Abal