Malastrana, la bruja amiga de la Seño Encarni

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Malastrana, la bruja amiga de la Seño

Malastrana es una vieja bruja amiga de la Seño Encarni. Vive con ella en su casa, con su hija Paula y con su hijo Rafa. Lleva ya en casa diecinueve años. Los niños y niñas son especiales, cuando les hablas desde el corazón llegas directamente al suyo, a sus emociones y sentimientos. Yo les hablo con emoción y cariño de Malastrana y aquello que les emociona es lo que les ayuda a aprender. 


Hace muchos años ya que la Seño viajó a la misteriosa ciudad de Praga, quedando enamorada de la misma y más aún de aquellos talleres de marionetas que había en algunos barrios. Concretamente en el barrio de Malá Strana es donde compró a su amiga la bruja. En un pequeño y sencillo taller de marionetas, donde un simpático señor mayor,  de barba blanca y barriga regordeta, trabajaba la madera. Era un artesano que  hacía  las piernas, las cabezas, los brazos, la ropa... de las marionetas. 

Y allí estaba Malastrana, colgada como una marioneta más y a la Seño Encarni le gustó mucho. Pensó que a los niños y niñas de su clase, también les iba a gustar y a todos los niños y niñas que tuviese. Asi ha sido. 

Malá Strana es el barrio pequeño de Praga, está situado en una colina y debajo está el río Moldava y el casco antiguo de la ciudad. Sus calles son estrechitas y están llenas de talleres, de tiendas y restaurantes. Es maravilloso pasear tranquilamente por él.  Por eso, su amiga se llama "Malastrana" porque es el barrio donde nació. 

Nuestra Seño recuerda y nos cuenta, que las marionetas solían valer caras, aunque fuera una marioneta muy pequeña. La Seño también recuerda que estaba recién casada y no disponía de mucho dinero pero prefirió no comprarse nada más y comprar a Malastrana, por eso para ella, es un pequeño gran tesoro que lleva encantada siempre a clase. 


El alumnado siente el lado emocional que me une a esta marioneta y la tratan siempre muy bien. Nunca ha asustado a ningún niño. Es una bruja algo tímida al inicio pero muy alegre después. Suele contarle historias al alumnado y sobre todo le encanta escucharlas. Se deja coger y acariciar por todos los niños y niñas. En el  colegio esta pasada semana ha encontrado a otras brujas que también son grandes lectoras. Ahora ha vuelto a casa con la Seño, a colgarse en su estantería y ver la vida pasar en familia. 

Gracias a quienes se han parado a leer esta entrada tan personal para mi. 

* Fotos de las marionetas extraídas de la red. 



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