Río Experiencias

Os cuento...creo recordar que el miércoles o el jueves, Sam me preguntó : "Seño, ¿ puedo traer mi elfo?, la verdad es que no le pregunté más acerca de ese Elfo y le dije que si, que claro que podría traerlo. Asi que Sam vino a clase el viernes con su Elfo bien guardado en el bolsillo de su mochila. Su madre, para asegurarse me preguntó en el quicio de la puerta si verdaderamente había dado permiso a Sam para traer su Elfo y le dije que sí, que no sabía exactamente en qué consistía el juguete pero que si que le dí permiso. ¿ Cómo no dar permiso a un niño que en el tono de voz se siente esa ilusión por traer su Elfo a clase?

Sacamos con sumo cuidado al Elfo del bolsillo de la mochila de Sam y lo pusimos en mi mesa. Cuando ya estaban los niños y las niñas sentados y sentadas tras colocar sus mochilas en las vagonetas y los chaquetones en las perchas, hemos empezado a presentar el Elfo, antes de irnos a la Asamblea. 

Sam ha explicado muy bien quién era el Elfo, de donde venía, nos ha enseñado una etiqueta bajo su ropita que es donde está escrito exactamente el nombre del Elfo, también nos ha explicado que este Elfo es de verdad y es más, es el encargado de informar a Santa Claus de cómo es el comportamiento de Sam.  Este elfo resulta que visitaba con frecuencia la casa de Sam para hacer su trabajo que es el de vigilar el comportamiento de Sam y resulta que una noche, la madre de Sam pudo coger la piernecita del Elfo, cerca de la puerta y desde entonces se han hecho amigos y el Elfo vive en casa y duerme en su camita, cerca siempre de su amigo Sam que lo cuida muy bien. 

Gracias Sam por compartir, gracias Elfo por tu visita y gracias familia por dejar que Sam comparta este precioso y querido amigo con sus compañer@s de clase.