miércoles, 23 de diciembre de 2020

Mujeres en la historia. El entrañable mundo infantil de Beatrix Potter ( 1866-1943)

 


He encontrado un interesante artículo de Sandra Ferrer Valero sobre Beatrix Potter en su espacio, su blog donde visibiliza la biografía de mujeres que escribieron alguna página de la historia y he querido recoger esta reseña en mi blog educativo para continuar dando visibilidad a Beatrix Potter y el espacio de Sandra Ferrer. 

Beatrix Potter vivió en la Inglaterra Victoriana, en una familia acomodada que disfrutaba de la vida gracias a las rentas. Educada por institutrices, Beatrix amó siempre la naturaleza, a la que observó, estudió y analizó. Su pasión por el mundo natural la llevó a hacer importantes descubrimientos en el mundo de la micología y a convertir a sus amados animales en protagonistas de los más hermosos cuentos infantiles. Su entrañable Conejo Perico sobrevivió a su creadora y se coló en los hogares de muchos niños de todo el mundo.

En un hogar victoriano
Helen Beatrix Potter nació el 28 de julio de 1866 en Kensington, Londres, en el seno de una típica familia victoriana. Su padre, Ruper Potter, era abogado de carrera pero casi no ejercía y su madre era ama de casa y una perfecta anfitriona para las muchas visitas que recibía en su hogar. Los Potter tenían una vida acomodada, viviendo sobretodo de las rentas familiares en una hermosa casa plagada de sirvientes. Beatrix tuvo un hermano llamado Bertam. Los dos niños fueron criados y educados por niñeras e institutrices en la parte alta de la enorme casa familiar, donde se encontraba la habitación de los niños. Allí Beatrix y su hermano pasaron la mayor parte de su infancia, alejados de sus padres, demasiado ocupados en una intensa vida social. A pesar de que su hermano Bertam era seis años menor que ella, la pequeña Beatrix tuvo una muy estrecha relación con él, el único miembro de su familia con el que más convivía. Cuando Beatrix tuvo edad de empezar sus estudios, no fue al colegio sino que la gran habitación infantil se convirtió en una escuela privada para ella y su hermano.

Beatrix y Bertam suplieron la falta de amigos con su amor por los animales. Perros, conejos, ratones o ranas llenaron de alegría sus estancias infantiles.

* Texto extraído de  https://www.mujeresenlahistoria.com/

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