Día Mundial de l@s Docentes

El 5 de octubre es el Día Mundial de los Docentes. Hoy es el día de las maestras y maestros que trabajamos con vocación, con ilusión, con constancia y esfuerzo, pero sobre todo desde el corazón y con el corazón.  No tengo muchas cabezas que llenar de conocimientos, sino que tengo muchos fueguitos que avivar y con una oreja verde y una sonrisa, disfrutamos junt@s dia a dia. 

Yo amo a mi alumnado, a sus familias, a mis compañeras y a mi profesión. Mi gran suerte en la vida, además de ser Madre, evidentemente, es ser Maestra y dedicarme ya durante 22 años a la Educación Infantil. 

Hoy, desde un momento de serenidad y reflexión, confieso que la alegría o el dolor de cada uno de mis alumnos/as, es también es el mío. Que estaré ahí siempre, con ell@s y para ellos.  Viviendo y sintiendo cada momento. Mi alumnado es quién verdaderamente me enseñan día a día, junto con sus familiares,  a ser mejor persona y mejor maestra.

Dicen que todo lo que se siembra se recoge, pues asi es, es muy cierto que yo he sentido siempre ese Cariño y Amor que las familias me tienen, sobre todo en momentos de lucha siempre he tenido y sentido muchas palabras de aliento, de ánimo y de fuerza. 

                                 

El primer agente de socialización y educación es la familia, continuamos educando y enseñando en las Escuelas y colegios. En la Educación está la llave, la clave y el instrumento para que esta sociedad cambiante y plural sea una sociedad sana, buena y  justa. Defendamos y apostemos no sólo por la Educación, sino por la Infancia, por ellos y ellas, por que aprendan a aprender, que aprendan a jugar, a danzar, a reir y abrazar, pero sobre todo a hacerlos emocionalmente inteligentes.

El Día del Docente es todos los días. Porque todos los dias vamos con  ganas de trabajar y de dar lo mejor de nosotros mism@s, de hacerlo bien.  Los Docentes creemos en cada uno de nuestros alumnos y alumnas. Los educamos desde los afectos, en igualdad y equidad, les enseñamos a Convivir y cooperar, a jugar, a saltar a reir... en estrecha colaboración con sus familias.

Nuestra mejor recompensa son sus sonrisas y sus abrazos. Que por la calle te griten ¡ Seño Encarni!