Hay muchos momentos que hacen que nos sintamos tristes, tanto los adultos como las niñas y los niños. Momentos como la separación temporal de mi madre o de mi padre cuando e tengo que poner en la fila para entrar en el cole, como la muerte de una persona importante en sus vidas o de una mascota, la ruptura familiar, una enfermedad... pero el amor de las familias y de los docentes les ayuda a sentirse valios@s, les da seguridad y les ayuda a gestionar esas emociones.
Uno de los mejores regalos que podemos darle a nuestros hijos e hijas y a nuestro alumnado es la lectura de una historia, es un momento sencillamente maravilloso y mágico. Estar sentada en la alfombra, en una mesa, apoyada en la mesa de la profesora o andando por la clase con un libro entre las manos y sus caritas, sus ojos expectantes es un momento único que solo se vive en una clase o cuando estamos con un niño o una niña y un cuento.
Hablar con el alumnado sobre emociones y sentimientos es lo que les va a ayudar a saber expresar cómo se sienten. Hablar de la alegria, del miedo, de la tristeza o de la rabia, les va a hacer ir aprendiendo a entender sus emociones y en definitiva les estamos educando en emociones.
En la mañana de hoy les he leído este cuento y les he prometido que a modo de Cariñograma de hoy viernes, les iba a grabar en un audio la lectura del cuento y se la iba a enviar por watsa a la madre delegada para que esta noche, tuviesen mi presencia a través de la palabra y de la historia. Asi se lo he prometido y asi lo he hecho, las promesas son para cumplirlas, me enseñó mi abuelo. Deseando que disfruten hoy y siempre tanto de leer un cuento como de contar un cuento y agradecerles siempre el momento mágico que me hacen vivir.
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