Alucinantes tazones cantores han visitado el colegio en el día de hoy.

Borja e India sienten el sonido en su cuerpo

Un tazón cantador, tazón tibetano, tazón himalayo, cuenco tibetano, bol tibetano o rin gong, es un cuenco de metal con forma de tazón, cada uno es único por lo que su sonido es único y suelen recordar esos sonidos a las campanas . Gina Soriano y  su madre Encarna Garciolo nos han vuelto a visitar en el día de hoy, dedicando su saber, su tiempo y cariño al alumnado y a nosotr@s. ¡ Mil gracias !

                                     

A lo largo de la mañana de hoy, el alumnado de toda la Escuela Infantil Pública "Río Ebro" de Motril, han ido asistiendo a una sesión de "Cuencos tibetanos", en donde han escuchado maravillosos y envolventes sonidos relajantes que salían al tocar los cuencos tibetanos. 

Estas experiencias centran la atención, es una de las actividades de  Mindfulness en las aulas. Los cuencos tienen una alta vibración y la energía que se mueve crea momentos únicos y maravillosos. 

Valeria F. Carolina, Mar y Carla se relajan

A nuestra clase le ha tocado bajar a las 10:30 h de la mañana, junto con el grupo de 4 años de la Seño Vero. Junt@s hemos comenzado la actividad. La primera parte de la sesión ha sido presentar brevemente qué son los cuencos tibetanos, dirigirles una sencilla relajación y poco a poco han ido pasando por grupos a sentir el sonido procedente de los cuencos en sus cuerpecitos. Para ello se lo han colocado en la cintura, por la parte baja de la espalda. Les ha gustado mucho a todos y lo han agradecido.

Las Seños también sentimos las vibraciones de los cuencos

Nuestra querida práctica Rocío también ha podido sentir hoy la vibración de los cuencos tibetanos en su propio cuerpo. Una sensación única. A mí me encanta, cada vez que vienen de forma altruista al colegio a realizar esta actividad, me gusta ver las caritas y las sensaciones del alumnado, además ha habido ocasiones en las que me dolía la cintura o la espalda y al ponerme los cuencos, con las vibraciones que producen, se me ha quitado el dolor de espalda. ¡ Es alucinante !

Mi más sincero agradecimiento a Gina Soriano y a su madre Encarna Garciolo por tan maravillosa experiencia.