En el momento de la entrada lloran mucho, pero muchísimo. Una vez llegan a clase, se les va atendiendo, ayudando a quitarse la mochila, indicandoles su sitio en la mesa o sentandolos en la alfombra y poco a poco dejan de llorar. Es increible cómo entran y cómo se calman en un breve periodo de tiempo.
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Teacher Pepa en un momento inicial de la Asamblea |
Están realizando con cierta normalidad actividades y rutinas propias de clase, como el momento de la Asamblea, el jugar por rincones o mesas y luego recoger, formar la fila para ir al aseo o al patio, el momento del desayuno.
Me siento cansada fisicamente por la actividad de estos dias, pero emocionalmente muy satisfecha de cómo están respondiendo.
Me preocupa la entrada, pero confio en que con el paso de los dias se van a ir encontrando más seguros y confiados y se va a ir reduciendo el número de llantos y aumentando el número de sonrisas.
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Seño Encarni atendiendo al alumnado |
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